por Francisco Olea, concejal de La Reina
Las primeras luces sobre una bicicleta son del año 1490, en la obra “Codex Atlanticus”, del genio Leonardo da Vinci. En ella, aparece un boceto de una bicicleta con transmisión de cadena impulsada por unos pedales, el clásico método utilizado en la actualidad.
La bicicleta es furor y deseo de millones de personas, en distintos momentos y necesidades de nuestras vidas. Por cierto, uno de los principales regalos navideños de millones de niños y niñas.
Las proyecciones de la encuesta de origen y destino (EOD) de viajes del gran Santiago índico que cerca del 5% se implementaba en bicicleta. Los datos duros señalaron que los hogares que cuentan con este medio de transporte crecieron un 67,5% entre el CENSO 1992 y 2002, y se estimó que hay alrededor de 2 millones de bicicletas en Chile. El nuevo Censo arrojará pistas sobre esta temática.
En este panorama, el gobierno de Santiago contempla la construcción de unos700 kilómetrosde ciclo-rutas al 2012, con unos 200 estacionamientos para bicicletas. La idea de hacer de la capital una ciudad con “cultura ciclista”, surge del Plan Maestro de Ciclo Rutas del Bicentenario, y cuenta con el apoyo de organizaciones ciudadanas. En este cambio de cultura de transporte, también destaca la ayuda prestada por la organización holandesa Interface for Cycling Expertise (I-CE) quienes durante los últimos años desarrollaron jornadas de capacitación técnica en municipios, servicios públicos y universidades.
Dentro de los proyectos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) -y aprobados en el Consejo Regional- se puede distinguir la construcción de áreas verdes, el mejoramiento de los espacios públicos y la construcción y diseño de ciclovías en comunas como La Reina, Recoleta, San Joaquín,Pedro AguirreCerda y Pirque. Ello significa una inversión estimada de unos 7 mil millones de pesos.
También las ciclo-rutas se proyectan con estándares europeos. Es decir, sus pistas deberían ser de unos2 metrosde ancho y cada cierto tramo del trayecto habrá estacionamientos para que los conductores dejen sus bicicletas.
Por otra parte, la inter-modalidad y la conexión entre Metro y bicicletas es un tema que es urgente implementar en esta etapa de inversión pública efectiva. La idea de estimular la combinación bicicleta-Metro-bicicleta, contribuye a mejorar la salud física, genera ahorro de dinero, y enfrenta la congestión vehicular y la contaminación ambiental. Temas de alto impacto para millones de residentes.
Una de las claves de esta trama es implementar ciclo-parques en algunos de los espacios subutilizados de las cerca de 86 salidas del Metro. La idea es imaginar y potenciar una plataforma de oportunidades en estos importantes nodos de conectividad.
El nivel “cero” de la calle (sobre la estación) es siempre una oportunidad que puede generar un círculo virtuoso a partir de posibles concesiones de estos espacios. La superficie del Metro permite recrear un lugar para estacionamientos, también actividades de escala que permitan la mantención, el uso y protección por parte de los usuarios.
La construcción implica un mínimo de operaciones, las cuales parten por implementar las plataformas sobre las superficies ya existentes. Una distribución en superficie puede combinar una suerte de lockers de seguridad o estacionamientos abiertos. El uso de materiales como acero en perfiles, revestimientos y mallas, debería ser acompañado de innovadoras y simples estructuras.
Por ejemplo en La Reina, el uso de estas plataformas en las estaciones de Príncipe de Gales, Simón Bolívar y Plaza Egaña son una gran oportunidad para nuestros vecinos. Aquí jóvenes diseñadores y arquitectos pueden entregar importantes ideas.
La experiencia internacional señala que el uso del transporte alternativo es viable y sustentable. En países como Holanda, Dinamarca, Suiza y Alemania su uso se masificó, lo que significo además que el transporte público se adaptara, diseñando y creando espacios integrados, incluso para el traslado de las bicicletas en el Metro.
En el país de las bicicletas (Holanda) para tener una idea, en la Estación Central de Amsterdam existen cerca de 8 mil estacionamientos para bicicletas.
Finalmente, el uso, valoración y socialización de las bicicletas es parte de las maneras de “circular y flotar” en distintas etapas de nuestras vidas. Pero también de nuestras nostalgias de libertad.
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