domingo, 29 de enero de 2012

Municipios y patentes de alcohol



Esta ordenanza puede ser un instrumento complementario para la gestión de políticas públicas municipales, que incorpore la participación de la comunidad, una necesaria regulación y la fiscalización por parte de los Municipios y sus Concejos Municipales.



por Francisco Olea, Concejal de La Reina



ver:






Las patentes de alcohol las autorizan los Concejos Municipales. El número de patentes de alcohol se fijan cada 3 años por las intendencias regionales, previo a los informes que emanan de los acuerdos de los Concejos Municipales. La proporción de cada establecimiento se estima en uno por 600 habitantes.
Esta realidad ha generado tensiones en varias comunas que han generado escaladas y pugnas, algunas de las cuales han llegado hasta los Tribunales de Justicia. Están, por ejemplo, los conflictos del denominado barrio cervecero en La Reina o los problemas cercanos al parque “Padre Hurtado” (ex intercomunal de La Reina), el barrio Bellavista o la plaza San Enrique, por mencionar algunos. Son la punta del iceberg de una problemática esencialmente urbana y moderna en torno a cuáles son las condiciones y estándares del desarrollo para habitar nuestros barrios.


Con el propósito de construir orientaciones para estas interrogantes, y con el objeto de generar una guía que oriente a los gobiernos locales a regular materias tales como la zonificación y horario de funcionamiento de locales que posean patentes de alcoholes, como también mejorar los procedimientos de otorgamiento, traslado, caducidad o renovación, la comisión de alcohol y drogas de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), presentaron una “recomendación de modelo de ordenanza de alcoholes para los municipios del país”.


La Ley 19.925 sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas exige a las municipalidades establecer a través de su plano regulador comunal (PRC) y ordenanzas zonificar el uso del suelo y establecer donde se localizan el comercio, bares, restaurante pubs. Según estimaciones, a la fecha aproximadamente un 30% de los 345 municipios de Chile ha cumplido con tal regulación.


En esa línea, esta iniciativa que se enmarca en un convenio de cooperación entre la ACHM y Senda -no exento de desprolijidades y errores de procedimiento que hay que corregir- recomienda a los Concejos Municipales un modelo que entrega filtros y criterios para la elaboración de ordenanzas, las que analizadas por Alcaldes y Concejales, contribuyan a un mejor control, fiscalización y participación de la ciudadanía para autorizar el expendio de alcohol.


Esta ordenanza puede ser un instrumento complementario para la gestión de políticas públicas municipales, que incorpore la participación de la comunidad, una necesaria regulación y la fiscalización por parte de los Municipios y sus Concejos Municipales. Esta ordenanza también, se orienta a superar la visión de estigmatización hacia los consumidores para enfrentar los problemas y externalidades de la venta y consumo de alcohol en las distintas localidades. Es una interesante propuesta y recomendación integradora y con sello territorial.
A la vez, este dispositivo es una oportunidad para la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y los sectores que producen, venden, distribuyen y publicitan el consumo de alcohol. Estas propuestas permitirán un diálogo diverso, coherente y respetuoso de la calidad de vida de todos nuestros contribuyentes y residentes de estas zonas.


La experiencia de municipios emblemáticos como el de San Miguel, Recoleta, y nuestra querida comuna de La Reina –entre otros- ha sido inspiradora de este proceso.


Entonces, esta propuesta de Ordenanza Municipal, es una posible fórmula que puede apoyar la difícil ecuación entre libertad y derechos civiles y la seguridad y tranquilidad de nuestros barrios y familias.







...



lunes, 2 de enero de 2012

Santiago en bicicleta



por Francisco Olea, concejal de La Reina






Las primeras luces sobre una bicicleta son del año 1490, en la obra “Codex Atlanticus”, del genio Leonardo da Vinci. En ella, aparece un boceto de una bicicleta con transmisión de cadena impulsada por unos pedales, el clásico método utilizado en la actualidad.




La bicicleta es furor y deseo de millones de personas, en distintos momentos y necesidades de nuestras vidas. Por cierto, uno de los principales regalos navideños de millones de niños y niñas.




Las proyecciones de la encuesta de origen y destino (EOD) de viajes del gran Santiago índico que cerca del 5% se implementaba en bicicleta. Los datos duros señalaron que los hogares que cuentan con este medio de transporte crecieron un 67,5% entre el CENSO 1992 y 2002, y se estimó que hay alrededor de 2 millones de bicicletas en Chile. El nuevo Censo arrojará pistas sobre esta temática.




En este panorama, el gobierno de Santiago contempla la construcción de unos700 kilómetrosde ciclo-rutas al 2012, con unos 200 estacionamientos para bicicletas. La idea de hacer de la capital una ciudad con “cultura ciclista”, surge del Plan Maestro de Ciclo Rutas del Bicentenario, y cuenta con el apoyo de organizaciones ciudadanas. En este cambio de cultura de transporte, también destaca la ayuda prestada por la organización holandesa Interface for Cycling Expertise (I-CE) quienes durante los últimos años desarrollaron jornadas de capacitación técnica en municipios, servicios públicos y universidades.
Dentro de los proyectos financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) -y aprobados en el Consejo Regional- se puede distinguir la construcción de áreas verdes, el mejoramiento de los espacios públicos y la construcción y diseño de ciclovías en comunas como La Reina, Recoleta, San Joaquín,Pedro AguirreCerda y Pirque. Ello significa una inversión estimada de unos 7 mil millones de pesos.




También las ciclo-rutas se proyectan con estándares europeos. Es decir, sus pistas deberían ser de unos2 metrosde ancho y cada cierto tramo del trayecto habrá estacionamientos para que los conductores dejen sus bicicletas.
Por otra parte, la inter-modalidad y la conexión entre Metro y bicicletas es un tema que es urgente implementar en esta etapa de inversión pública efectiva. La idea de estimular la combinación bicicleta-Metro-bicicleta, contribuye a mejorar la salud física, genera ahorro de dinero, y enfrenta la congestión vehicular y la contaminación ambiental. Temas de alto impacto para millones de residentes.




Una de las claves de esta trama es implementar ciclo-parques en algunos de los espacios subutilizados de las cerca de 86 salidas del Metro. La idea es imaginar y potenciar una plataforma de oportunidades en estos importantes nodos de conectividad.




El nivel “cero” de la calle (sobre la estación) es siempre una oportunidad que puede generar un círculo virtuoso a partir de posibles concesiones de estos espacios. La superficie del Metro permite recrear un lugar para estacionamientos, también actividades de escala que permitan la mantención, el uso y protección por parte de los usuarios.




La construcción implica un mínimo de operaciones, las cuales parten por implementar las plataformas sobre las superficies ya existentes. Una distribución en superficie puede combinar una suerte de lockers de seguridad o estacionamientos abiertos. El uso de materiales como acero en perfiles, revestimientos y mallas, debería ser acompañado de innovadoras y simples estructuras.




Por ejemplo en La Reina, el uso de estas plataformas en las estaciones de Príncipe de Gales, Simón Bolívar y Plaza Egaña son una gran oportunidad para nuestros vecinos. Aquí jóvenes diseñadores y arquitectos pueden entregar importantes ideas.




La experiencia internacional señala que el uso del transporte alternativo es viable y sustentable. En países como Holanda, Dinamarca, Suiza y Alemania su uso se masificó, lo que significo además que el transporte público se adaptara, diseñando y creando espacios integrados, incluso para el traslado de las bicicletas en el Metro.




En el país de las bicicletas (Holanda) para tener una idea, en la Estación Central de Amsterdam existen cerca de 8 mil estacionamientos para bicicletas.
Finalmente, el uso, valoración y socialización de las bicicletas es parte de las maneras de “circular y flotar” en distintas etapas de nuestras vidas. Pero también de nuestras nostalgias de libertad.















...