viernes, 29 de junio de 2012

Quebrada de Ramón y zona cero en La Reina

por Franscisco OleaConcejal de La Reina

ver:

http://blog.lanacion.cl/2012/06/27/quebrada-de-ramon-y-zona-cero-en-la-reina/

La Quebrada De Ramón es una cuenca hidrográfica ubicada en la sierra de Ramón al oriente de la ciudad de Santiago. A sus atributos naturales, paisaje, fuente de biodiversidad y recursos hídricos para la ciudad, se suma el hecho de ser foco de inundaciones y riesgos para los residentes “aguas abajo”.
Esta realidad se incrusta en esferas relacionadas con el medio ambiente, el cambio climático y significativas comunidades que se localizan en esta zona precordillerana. Informes y estudios internacionales señalan la necesidad de enfrentar la posibilidad de un cambio climático que afectaría a nuestros asentamientos humanos en estas latitudes.

Se conocen a la fecha algunas investigaciones que permiten establecer cambios en la temperatura y en las precipitaciones. Un estudio realizado por la CEPAL el año 2009 indicaba que se podría esperar variaciones en la escorrentía de ríos. Señalan algunos investigadores que “las tendencias de cambio en las condiciones climáticas a nivel mundial se hacen cada vez más evidentes y, a pesar de los esfuerzos intergubernamentales por reducir el nivel de emisiones de gases invernadero, no se puede contar con una mitigación de los efectos del cambio climático en el corto plazo. Se vuelve, entonces, necesario estudiar su posible impacto en el futuro”.

La Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica en su XIX congreso chileno dio a conocer una valiosa investigación denominada “Impacto del cambio climático en las crecidas de la Quebrada De Ramón” (ref. Pérez y Vargas). Si bien es un estudio de “modelo predictivo” para el período 2070 a 2100, su valor radica en realizar un análisis de las posibles variaciones en las precipitaciones y temperaturas ante el cambio climático. Una verdad incómoda.
El informe señala que “el riesgo de inundaciones en la quebrada De Ramón, en la comuna de La Reina, Santiago, se enmarca en una zona que se ha observado especialmente susceptible ante este tipo de eventos hidrometeorológicos extremos”. La Hidrometeorología es la ciencia que estudia el ciclo del agua en la naturaleza. Considera además, el estudio de las fases atmosférica (evaporación, condensación y precipitación) y terrestre (intercepción de la lluvia, infiltración y derramamiento superficial) del ciclo hidrológico y especialmente de sus interrelaciones.
Bajo este prisma, el propósito de esta investigación fue “cuantificar el nivel de riesgo en esta zona, calculado como una combinación entre niveles de peligro y vulnerabilidad. Como peligro, se consideró el nivel de inundación generado por las crecidas probables de ocurrir ante la situación climática actual y posibles escenarios climáticos; la vulnerabilidad se estimó en función del actual uso de suelo urbano. De esta forma, se pretende aportar información que permita reducir ya sea el peligro o la vulnerabilidad, es decir, que proporcione herramientas para la adaptación”. Trabajo de sello académico, de gran interés y poco conocido.
En este panorama y frente a emergencias producto de desbordes a escala barrial, el Concejo Municipal de La Reina ha reclamado permanentemente por los daños y serios peligros latentes para cientos de hogares y familias. También ha impulsado gestiones públicas y privadas para enfrentar estas catástrofes. A la fecha, sólo con respuestas del sector público y su férreo compromiso, y en este caso una valiosa investigación de la Universidad de Chile. En hora buena.
Así, luego de numerosos esfuerzos de los gobiernos de los presidentes Lagos, Bachelet y Piñera, se ha invertido en la mantención y mejoramiento de la infraestructura y limpieza del Canal de Ramón en toda su extensión. Se estima que, desde el puente Padre Hurtado hasta la descarga en el Canal San Carlos, una cifra cercana a los $3 mil 273 millones han podido dar cierta seguridad a nuestros contribuyentes que habitan en este radio.
Un hecho particular destaca. La materialización de las obras de construcción del nuevo ducto del Canal de Ramón en el nudo vial de avenida Príncipe de Gales con una extensión aproximada de unos 312 metros en forma longitudinal y que reemplazó la alcantarilla existente, obra finalizadas durante el año 2011.
Esta inversión, permitirá disminuir -hipotéticamente- el riesgo de desborde del Canal De Ramón en la denominada “Zona Cero” de La Reina, esto es, avenida Príncipe de Gales con Aguas Claras. Si la naturaleza no dice otra cosa (el subrayado es mío).
Adicionalmente a estas obras ejecutadas por el MOP, se suman los mejoramientos de las transiciones de los Puentes Ramón Laval y Monseñor Edwards, destacándose que ya se encuentra en construcción el nuevo Puente Loreley por un monto aproximado de unos $661 millones. Esto, gracias al significativo aporte del Fondo de Desarrollo Regional FNDR, permitiendo de esta manera contar con una capacidad continúa de 20 m3/segundo desde el nudo vial de avenida Príncipe de Gales hasta la descarga en el Canal San Carlos.
Entonces podemos señalar que el rol e inversiones del sector público e informes técnicos y académicos para enfrentar esta compleja problemática son muy valiosos. Sin embargo, queda aún pendiente el aporte del sector privado.
Finalmente, la ciudad de Santiago ha identificado unos 92 puntos críticos cuando se produce algún “frente de mal tiempo”. Y a veces, las impresiones confusas, subjetivas y pasajeras de estos desafíos son la única aliada y fundamento de la toma de decisiones.




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martes, 19 de junio de 2012

La Falla de Ramón: Miedos y Creencias

por Francisco Olea, Concejal de La Reina

ver:

http://blog.lanacion.cl/2012/06/19/la-falla-de-ramon-miedos-y-creencias/

Si Googleamos “Falla de Ramón” se postean cerca de 2.890.000 resultados en 0,32 segundos. Google, espacio público permite el acceso a cualquier ciudadano conectado.
Para tratar de conocer qué es esta “Falla” en estos días, visitemos Wikipedia, sitio virtual cuyo principal atributo es registrar “on line” todo lo que la sabiduría popular cree o acepta como “verdad”.
Tal como señala Wikipedia el martes 19 de junio de 2012: “La falla de Ramón se ubica a pocos metros bajo la superficie terrestre y tiene una extensión de 25 km en el sentido norte-sur. Se encuentra entre los ríos Mapocho y Maipo bordeando todo el frente cordillerano de la ciudad de Santiago, cruzando las comunas de Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto”.

El mismo enlace electrónico nos señala que, “sobre esta falla se han construido colegios, casas, edificios, Universidades, el Reactor Nuclear de La Reina y una planta de gas en Peñalolén. Debido a que se encuentra muy segmentada y a poca profundidad puede originar un sismo superficial muy destructivo con una magnitud de alrededor de los 7.0 Richter”.

Considerando otras publicaciones y varios reportajes en medios de comunicación nos atrevemos a señalar que, “cierto temor” por la Falla de Ramón en la zona oriente de Santiago se ha comenzado a socializar en la opinión pública. Algunos vecinos y organizaciones “creen” que un sismo en esta zona sería, a lo menos, catastrófico.


De manera un tanto difusa, uno puede señalar que esta es una época llamémosla “De Miedo”. Cuando algunos pensaban que los temores y las catástrofes quedarían atrás y los ciudadanos podríamos guiar nuestras vidas y dominar las inéditas energías económicas, sociales y naturales, un clima de ansiedad constante por los riesgos e incertidumbre de un fenómeno devastador parece estar instalado. Estos pueden llegar sin aviso previo, sin ton ni son. Los ejemplos abundan.
Los antecedentes preliminares también consideran importantes esferas como la plusvalía y condiciones del uso del suelo, por lo que sería aconsejable minimizar la incertidumbre y convulsión. Una “fórmula” posible es enfrentar estas realidades con información precisa, sin omisiones y tranquilidad. Compromisos serios en estos ámbitos -tanto públicos como privados- son siempre bienvenidos.

Todo parece indicar que la evidencia empírica y estudios académicos deben plantear que esta “Falla Sísmica” es un factor de riesgo y miedo (y viceversa).
El valor agregado de esta “cadena andina” es que, en los próximos días la Universidad de Chile dará a conocer el estudio y análisis de la “Falla de Ramón”. Ya era hora.
Entonces, el itinerario recorrido puede contribuir a la elaboración de una carta de riesgo sísmico, en base a escenarios probabilísticos y formulas de atenuación en nuestra ciudad. No olvidemos tampoco que el año 2002, el interesante proyecto de Ordenamiento Territorial Ambientalmente Sustentable (OTAS), incorporaba “las fallas precordilleranas a una carta de riesgo sísmico”. Falto su revisión y discusión, pero se estimo que “fue muy cuestionada debido a la diversidad de criterios para enfrentar esta problemática”. Tomemos nota.

Finalmente debemos considerar que las “creencias” no necesitan grandes fundamentos. Por eso “son creencias”. Y vaya que impactan en la cada vez más empoderada ciudadanía.


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viernes, 15 de junio de 2012

La Batalla de La Reina y los daños colaterales


por Francisco Olea, concejal de La Reina

ver:

http://blog.lanacion.cl/2012/06/11/la-batalla-de-la-reina-y-los-danos-colaterales/

Transporte, Medio Ambiente y Gobernabilidad: desafíos desde el ámbito local y regional. Este fue la oriflama del primer seminario internacional organizado por el Concejo Municipal de la Ilustre Municipalidad de La Reina y contó con el auspicio del Gobierno y Consejo Regional Metropolitano de Santiago, la Red de Autoridades para la Gestión Ambiental en Ciudades de América Latina y la Asociación Chilena de Municipalidades. Me consta que, aún queda pendiente la tarea de una buena síntesis.
El seminario se implemento en el parque Mahuida, en el pasado mayo. Sus propósitos fueron: prever los alcances medioambientales y de gobernanza asociados a los futuros proyectos de infraestructura de transporte en la comuna de La Reina y generar un análisis y debate desde la comuna y área metropolitana respecto a experiencias internacionales.

Este evento temático, dio algunas luces y tonalidades de lo relevante y vital que es la problemática urbana y la conectividad, sus alcances y desafíos. Participaron, entre otros, expositores internacionales de México, Brasil, Argentina, Perú, Francia y EEUU, cada uno con sus registros, experiencias y procesos en curso, pueden ser un faro en estas turbulentas aguas. A ratos, abrumadora realidad.
La asistencia de la intendenta de Santiago, Cecilia Perez y los consejeros regionales, Jaime Fuentealba -presidente de la Comisión de Cooperación Internacional- y Osvaldo Aravena -subcomisión de Cambio Climático- relevó este encuentro en asuntos de interés público y privado, previo a la Cumbre Rio+20. Así fue indicado en sus intervenciones sobre contaminación ambiental, segregación, mercado del suelo, déficit de planificación y diseño de la ciudad. Por ende, esferas de la cohabitación humana a estas alturas esenciales.
La principal hipótesis de los panelistas estuvo orientada a las problemáticas de estas áreas y el evidente malestar asociados a la función social y económica de la ciudad; el ordenamiento territorial y medio ambiente; y la identidad, cultura y marketing urbano. También se reflexionó sobre cómo medir e incorporar la opinión de los contribuyentes en etapas o momentos claves referidos a inversiones en infraestructura y equipamientos.

Un valor agregado fue conocer algunos casos de ciudades que han comenzado a desarrollar programas y planes a distintas escalas para enfrentar el cambio climático, el tratamiento de los residuos sólidos domiciliarios y los dañinos efectos de la contaminación ambiental. Iniciativas del todo significativas.
Por otra parte, en las diversas exposiciones nacionales de académicos, consultores e investigadores como Arturo Orellana, Iván Poduje, Alberto Texidó, Juan De Dios Ortúzar, y Ricardo Jordán, permitió explorar la afinidad existente entre una ciudad que crece y se expande, las desigualdades persistentes y la íntima afinidad de sus impactos, costos e incentivos. Dilemas evidentes para nuestra ciudad de Santiago.
Foco de atención son los serios problemas o debilidades institucionales en el área metropolitana de Santiago, que evidencia una compleja trama de tensiones aún no resueltos en esferas como: planificación, inversiones y estándares de calidad de vida a implementar.
Ámbitos también debatidos y analizados fueron políticas públicas, megaproyectos involucrados y sus plazos de ejecución. En esta vorágine, la incorporación de una extensa y tupida malla de Metro y apoyo a la construcción de una red de ciclo vías es un reto necesario para nuestras comunas. Asimismo, los zigzagueantes anuncios sobre la construcción de la Autopista Vespucio Oriente y su postergación siguen generando distanciamiento ciudadano con las “recurrentes promesas, sin obras concretas”.
Finalmente, el mensaje de este seminario se ha confirmado: una de las primeras batallas de la comuna de La Reina es contener y buscar alternativas de solución en conectividad y sustentabilidad ambiental en este siglo, por lo demás, en pleno desarrollo. Pero también, enfrentar sus posibles daños colaterales.

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