domingo, 1 de diciembre de 2013

Breaking Bad: El ballotage presidencial_por Francisco Olea Lagos

Breaking Bad” es una serie de televisión dramática estadounidense creada y producida por Vince Gilligan. Esta serie está ambientada en Albuquerque, Nuevo México. Narra la historia de Walter White, un profesor de química con serios problemas económicos y una enfermedad terminal. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia -después de su fallecimiento- comienza a cocinar y vender metanfetamina junto con Jesse Pinkman, un ex-alumno.
 
La referencia de “Breaking Bad”, es un refrán utilizado en el sur de los EEUU. Significa algo así como “cuando te desvías del camino correcto y empieza a hacer el mal”. El énfasis esta dado por el hecho que, “si lo harás sólo por un día o por una vida entera”.
 
 
 
 
 
La elección presidencial del domingo 17 de noviembre dejó varias huellas en la senda democrática. Y también diversos dilemas de la ruta a seguir.
 
Las candidatas que pasaron al ballotage,  Michelle Bachelet (3.073.570 votos, un 46,69) y  Evelyn Matthei(1.647.490, esto es un 25,02%) representaron cerca del 71,71% de los votos escrutados.
 
Un dato que ha ocupado varias carillas de los analistas son la mitad de los ciudadanos habilitados para votar, y que no lo hizo. También los votos y niveles de representación alcanzados legítimamente por los otros 7 candidatos que en la primera vuelta, representaron el 28,29%. Esto es, Marco Enríquez-Ominami (723.066 votos, un 10,98%), Franco Parisi (665.959 votos, un 10,11%), Marcel Claude (184.966 votos, un 2,80%), Alfredo Sfeir (154.701 votos, un 2,35%), Roxana Miranda (82.291 votos, un 1,25%), Ricardo Israel (37.795 votos, esto es un 0,57%), y Tomas Jocelyn-Holt (12.636 votos, un 0,19%).
 
En días recientes las estrategias para alcanzar la mayoría de los sufragios, han zigzagueado, como era obvio.
 
Algunos han planteado ir a la captura del voto “díscolo”, o “seducir” a los que no votaron, también “raspar la hoya” de los que fueron a votar (votos nulos 67.361, un 1,00%; mientras 46.394, esto es un 0,69% dejaron el voto en blanco). Otros “dinamitar” o “neutralizar” los segmentos de votos que podrían ir al adversario.
 
Entonces en miras al ballotage, el “Trade-off” electoral está en curso en la recta final. Y como toda travesía, está poblada de ventajas y desventajas.
 
Veamos algunos posibles desvíos a seguir:
 
El camino de la “Tautología”. Mantención de un mismo mensaje comunicacional, pero expresado de distintas maneras. Algo así como “decir lo mismo”, ya que la señal cumplió cabalmente su propósito.
La senda de la “Teleología”. Esta es una opción que se orienta a dejar en evidencia lo que estaría en juego “verdaderamente”, expresado políticamente en cierta finalidad u objetivo trascendental a considerar (“doctrina de las causas finales”). A saber, esta segunda vuelta encubriría un proyecto o tipo de tipo de sociedad a construir que refleja esta pugna de las dos candidaturas presidenciales y que es necesario dejar en evidencia.
 
La ruta del “Eufemismo”. Este es utilizado como medio para suavizar el cuestionamiento al rival. Así, lo “políticamente correcto” permite evitar ofensas a segmentos de electores que pueden ser atraídos a una de las dos alternativas. A través de una manifestación suave de ideas cuya franca expresión sería dura y erosionaria el crecer electoralmente. A la vez, permitiría no perder votación.
La Vía del “Attack Ads”. Estos son anuncios políticos de campaña más bien “negativos”, y cuyo norte es inundar los medios de comunicación y redes sociales. A pesar que las campañas prometieron realizar mensajes constructivos y sin ataques personales, al final -con algunas excepciones- varias terminaron en el “cuadrilátero”. Hoy también en curso.
 
Finalmente, “Breaking Bad” se caracteriza por colocar a sus personajes en situaciones que aparentemente no tienen salida. Sin embargo, siempre hay una vía de escape.


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