sábado, 2 de noviembre de 2013

House of Cards: El mensaje presidencial_por Francisco Olea

ver:

http://www.elquintopoder.cl/politica/house-of-cards-el-mensaje-presidencial/


“House of Cards”, ambientada en Estados Unidos, nominada a mejor serie dramática en los Emmys 2013.

En la primera temporada, la trama se configura de la siguiente manera: luego de haber triunfado en las elecciones presidenciales, el electo presidente de los EEUU le informa a Frank Underwood, a través de su jefe de gabinete, que el acuerdo de nombrarlo Secretario de Estado no podrá concretarse. Frank, al sentirse traicionado recurrirá a todos los medios y estrategias para imponer su voluntad y poder. Incluso, a su esposa Claire.

La historia de Underwood -Congresista Demócrata y jefe de disciplina de la mayoría- es una buena excusa para observar los primeros impulsos y “aleteos” de varios de los candidatos que bajo la línea de  flotación intentan seguir “respirando” en la saga de estas elecciones presidenciales. Estos comienzan a insinuar las vicisitudes de sus estrategias vitales de comunicación para los próximos días.





En efecto, la propaganda electoral está dirigida a inducir a los electores a emitir su voto por candidatos determinados. El período se extenderá entre el viernes 18 de octubre y el jueves 14 de noviembre del año en curso, incluyendo ambas fechas. La propaganda, puede consistir en:

-Volantes, con elementos móviles o por avisos luminosos o proyectados.
- Mensajes enviados a través de la prensa y radioemisoras.
- Pintura, carteles y afiches adheridos en los muros exteriores y cierros, privados, siempre que exista autorización del propietario, poseedor o mero tenedor.
- Mensajes enviados por altoparlantes fijos o móviles, siempre y cuando se trate de la transmisión de discursos pronunciados en concentraciones públicas.

Sin embargo, las presunciones, vanidades infundadas y muchas veces casi ridículas intervenciones, comienzan a permear “los mensajes” en los espacios mediáticos y sus posibles estrategias.
En horas recientes, y luego del sorteo realizado por la Asociación Nacional de Televisión, uno de los comandos tildó de “escort” a la esposa de un presidenciable. Luego -a falta de razón o de entendimiento- se señaló que las parejas y acompañantes de otros aspirantes a La Moneda son unas “conejitas Playboy”.

Este episodio, rememora lo acontecido en la campaña presidencial del año 2009, en la cual también se insinuaban frases como: “no tener nada que ver con la farándula”. Por cierto, hecho que en nada aportaron a sumar y seducir a los lectores.

Sin lugar a dudas, las confusiones comunicacionales no necesariamente son el resultado del “descuido subjetivo”, o  del llamado “error” del mensaje. Entonces, cuanto más sabia son las acciones para reparar lo “malo de la señal”, a veces, más contribuyen a un caos general.

Entonces ¿cuáles pueden ser los “tintes” o “señales” de los mensajes presidenciales?, veamos algunos formatos:

Formato “Trágico”: Su discurso es impactar profundamente, produciendo una suerte de “shock” en las audiencias. El costo y riesgo de la llamada “purificación hacia el receptor” en algunas ocasiones implica, indicar desenlaces “fatales”.

Formato “Comedia”: A través de personajes que encarnan los defectos y vicios de los seres humanos, su horizonte es señalar un conflicto de la vida real (exagerado o ridículo), y cuyo intento es provocar la risa en las audiencias. Su desenlace es que, los problemas se resuelven, alegran y todos somos felices en el imaginario llamado “sociedad”.

Formato “Didáctico”: Caracterizada por presentarse en forma de silogismo (tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos) lo que implica, la reflexión de las audiencias. Entonces,  un aprendizaje hacia el cambio.

Formato “Pieza”: Se enfrenta a personajes en situaciones límites, su propósito es avanzar en un cambio interno en el protagonista, por ende, en los receptores. Así, se crea una atmósfera auspiciosa.

Formato “Melodrama”: Con algunas anécdotas, se persigue que el espectador tenga una respuesta emocional, superficial y rápida ante los sucesos de la escena. Atributo inseparable de la condición humana.

Así entonces, la campaña presidencial muestra lentamente sus infatigables fuegos fatuos, el día  que se inicia la etapa de propaganda electoral.

Finalmente, en nuestra serie “House of Cards”, el congresista Francis Underwood y su esposa Claire no se detendrán ante nada para alcanzar sus ambiciones.

Este drama político navega en un tormentoso mar de avaricia, sexo y corrupción en Washington DC. Si bien, una serie de proporciones excesivas, es interesante tenerla en la retina, en una campaña presidencial de estilo cada vez más “estadounidense” que “europeo”.


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