miércoles, 5 de agosto de 2009

IX Congreso Alcaldes y Concejales

LA IX ASAMBLEA DE LA GALAXIA MUNICIPAL

Francisco Olea, concejal de La Reina
Iván Borcoski, concejal del Bosque



La galaxia municipalistas se prepara para su IX asamblea nacional. Desde su fundación en mayo de 1993, la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) ha construido un espacio no exento de luces y sombras, cuyo norte ha sido la promoción de la autonomía comunal y la modernización de la gestión local.

Desde los noventa esta constelación ha enfrentado varias tensiones: estrellas que iluminan pero han desaparecido, agujeros negros, cometas y su expansión acelerada: entre estas, las deudas municipales, los necesarios ajustes del FNDR, lo complejo del Fondo Comunal Municipal (FCM), la gestión de educación y salud o la propia seguridad ciudadana, son parte de esta realidad. Por otra parte, en una era global y en expansión, paradojalmente, el mundo se contrae y valora lo micro-local y la pertenencia ciudadana a una escala de barrios. Entonces algunos desafíos de esta asamblea nacional a desarrollar en la ciudad de Antofagasta, son de continuidad y cambio en diversas esferas:




En primer lugar, la ACHM tiene un sentido y sello político-técnico. Político, en tanto la mirada de la fragmentada realidad de los partidos políticos es representada por alcaldes y concejales. Su carácter técnico-ciudadano, se orienta a ser una agencia que entregue soporte a los municipalistas para trabajar con información concreta, realizando propuesta de políticas públicas locales y sectoriales prioritarias.

Segundo; el pluralismo, la diversidad de problemáticas, como también la amplia gama de variables (urbano–rural, demográficas, generacionales o temáticas) deben permitir una participación integradora entre alcaldes y concejales. Esferas tan vitales y relevantes como los Planes Reguladores Comunales (PRC), los Planes de Desarrollo Comunal o el Marco Presupuestario, debe redefinir una gestión normativa y evaluable, pero por sobre todo inclusiva. Esto mejorara la calidad y representación de las prioridades, alternativas y condiciones para el desarrollo local que representan los distintos segmentos que concurren a través de los concejos municipales.

En tercer lugar; asumir temáticas emergentes como el cambio climático, energías renovables, municipalismo global, digital y trasparente, o la seguridad ciudadana, áreas que necesitan orientaciones de escala local y barrial, políticas innovadoras y audaces para no vaciar de sentido estas instituciones ante nuestros contribuyentes.

En cuarto lugar, seguir promoviendo el asociativismo, los convenios de programación y alianzas estratégicas en inversiones entre municipios y el sector privado. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es una clave, aún “gris” en la gestión local.

En quinto lugar, un aspecto fundamental sigue siendo la mayor autonomía y niveles de descentralización y desconcentración del municipalismo. Mejorar las capacidades para administrar y asignar recursos, actuar democráticamente y ejercer eficientemente sus competencias es el pilar de este proceso.

Sexto, enfrentar las desigualdades territoriales, la nueva pobreza y segregación social y residencial son tareas que en el área de la protección social también debe enfrentar el Municipalismo Chileno. Corregir ciertas políticas públicas dañadas, como por ejemplo, mejorando los estándares y localización de las viviendas sociales, la conectividad, el fomento productivo, el tratamiento de basuras, protegiendo y expandiendo áreas y corredores verdes, entre otras. Lo anterior, implican un férreo compromiso entre las autoridades nacionales, regionales y locales con la comunidad.

De cara a nuestro IX Congreso, se debe propiciar un proceso de redefinición estratégica municipal, construir una misión institucional pluralista y democrática, y un plan en lo legislativo, administrativo y financiero. Consensuar y construir una agenda moderna, audaz y representativa de la ciudadanía es la batalla municipal del siglo 21.
fol

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