ver:
http://blog.lanacion.cl/2012/06/27/quebrada-de-ramon-y-zona-cero-en-la-reina/
La Quebrada De Ramón es una cuenca hidrográfica ubicada en la sierra de Ramón
al oriente de la ciudad de Santiago. A sus atributos naturales, paisaje, fuente
de biodiversidad y recursos hídricos para la ciudad, se suma el hecho de ser
foco de inundaciones y riesgos para los residentes “aguas abajo”.
Esta realidad se incrusta en esferas relacionadas con el medio ambiente, el
cambio climático y significativas comunidades que se localizan en esta zona
precordillerana. Informes y estudios internacionales señalan la necesidad de
enfrentar la posibilidad de un cambio climático que afectaría a nuestros
asentamientos humanos en estas latitudes.
Se conocen a la fecha algunas investigaciones que permiten establecer cambios
en la temperatura y en las precipitaciones. Un estudio realizado por la CEPAL el
año 2009 indicaba que se podría esperar variaciones en la escorrentía de ríos.
Señalan algunos investigadores que “las tendencias de cambio en las condiciones
climáticas a nivel mundial se hacen cada vez más evidentes y, a pesar de los
esfuerzos intergubernamentales por reducir el nivel de emisiones de gases
invernadero, no se puede contar con una mitigación de los efectos del cambio
climático en el corto plazo. Se vuelve, entonces, necesario estudiar su posible
impacto en el futuro”.
La Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica en su XIX congreso chileno dio a
conocer una valiosa investigación denominada “Impacto del cambio climático en
las crecidas de la Quebrada De Ramón” (ref. Pérez y Vargas). Si bien es un
estudio de “modelo predictivo” para el período 2070 a 2100, su valor radica en
realizar un análisis de las posibles variaciones en las precipitaciones y
temperaturas ante el cambio climático. Una verdad incómoda.
El informe señala que “el riesgo de inundaciones en la quebrada De Ramón, en
la comuna de La Reina, Santiago, se enmarca en una zona que se ha observado
especialmente susceptible ante este tipo de eventos hidrometeorológicos
extremos”. La Hidrometeorología es la ciencia que estudia el ciclo del agua en
la naturaleza. Considera además, el estudio de las fases atmosférica
(evaporación, condensación y precipitación) y terrestre (intercepción de la
lluvia, infiltración y derramamiento superficial) del ciclo hidrológico y
especialmente de sus interrelaciones.
Bajo este prisma, el propósito de esta investigación fue “cuantificar el
nivel de riesgo en esta zona, calculado como una combinación entre niveles de
peligro y vulnerabilidad. Como peligro, se consideró el nivel de inundación
generado por las crecidas probables de ocurrir ante la situación climática
actual y posibles escenarios climáticos; la vulnerabilidad se estimó en función
del actual uso de suelo urbano. De esta forma, se pretende aportar información
que permita reducir ya sea el peligro o la vulnerabilidad, es decir, que
proporcione herramientas para la adaptación”. Trabajo de sello académico, de
gran interés y poco conocido.
En este panorama y frente a emergencias producto de desbordes a escala
barrial, el Concejo Municipal de La Reina ha reclamado permanentemente por los
daños y serios peligros latentes para cientos de hogares y familias. También ha
impulsado gestiones públicas y privadas para enfrentar estas catástrofes. A la
fecha, sólo con respuestas del sector público y su férreo compromiso, y en este
caso una valiosa investigación de la Universidad de Chile. En hora buena.
Así, luego de numerosos esfuerzos de los gobiernos de los presidentes Lagos,
Bachelet y Piñera, se ha invertido en la mantención y mejoramiento de la
infraestructura y limpieza del Canal de Ramón en toda su extensión. Se estima
que, desde el puente Padre Hurtado hasta la descarga en el Canal San Carlos, una
cifra cercana a los $3 mil 273 millones han podido dar cierta seguridad a
nuestros contribuyentes que habitan en este radio.
Un hecho particular destaca. La materialización de las obras de construcción
del nuevo ducto del Canal de Ramón en el nudo vial de avenida Príncipe de Gales
con una extensión aproximada de unos 312 metros en forma longitudinal y que
reemplazó la alcantarilla existente, obra finalizadas durante el año 2011.
Esta inversión, permitirá disminuir -hipotéticamente- el riesgo de desborde
del Canal De Ramón en la denominada “Zona Cero” de La Reina, esto es, avenida
Príncipe de Gales con Aguas Claras. Si
la naturaleza no dice otra cosa (el subrayado es mío).
Adicionalmente a estas obras ejecutadas por el MOP, se suman los
mejoramientos de las transiciones de los Puentes Ramón Laval y Monseñor Edwards,
destacándose que ya se encuentra en construcción el nuevo Puente Loreley por un
monto aproximado de unos $661 millones. Esto, gracias al significativo aporte
del Fondo de Desarrollo Regional FNDR, permitiendo de esta manera contar con una
capacidad continúa de 20 m3/segundo desde el nudo vial de avenida Príncipe de
Gales hasta la descarga en el Canal San Carlos.
Entonces podemos señalar que el rol e inversiones del sector público e
informes técnicos y académicos para enfrentar esta compleja problemática son muy
valiosos. Sin embargo, queda aún pendiente el aporte del sector privado.
Finalmente, la ciudad de Santiago ha identificado unos 92 puntos críticos
cuando se produce algún “frente de mal tiempo”. Y a veces, las impresiones
confusas, subjetivas y pasajeras de estos desafíos son la única aliada y
fundamento de la toma de decisiones.
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