ver:
http://blog.lanacion.cl/2012/07/23/el-olmo-especie-en-peligro/
El Olmo común, Negrillo u Olmo de “Lock” es un árbol caducifolio de porte
elevado y robusto. Su altura máxima alcanza unos 40 metros, su tronco es grueso,
algo tortuoso y ahuecado en los ejemplares más viejos. Poseen además, una copa
amplia, follaje denso, redondeado, que proyecta una sombra extensa, otorgándole
un atributo paisajístico y ornamental altamente valorado. Algunos informes
indican que su uso medicinal, en ocasiones, calma dolores de articulaciones de
manos y pies. También sus hojas son alimento para algunos animales
domésticos.
Recientemente, se ha alertado de la presencia de un insecto conocido como
“Vaquita del Olmo” que afecta a nuestro tradicional árbol de calles y plazas. El
insecto, desde hace un tiempo, se ha convertido en una de las plagas más
nefastas, tanto en nuestra Región Metropolitana de Santiago como la zona central
del país.
A pesar de los esfuerzo por detener esta “enfermedad” que ataca a los nobles
atributos del arbolado urbano, varias comunas del Gran Santiago hemos visto cómo
han ido desapareciendo Los Olmos, producto de la incapacidad para enfrentar la
plaga.
La protección, cuidado y mantenimiento de las áreas verdes públicas es
gestionado y financiado por los municipios. Cuando se hace a través de empresas
contratistas es siempre una gestión dificultosa, puesto que son quienes realizan
las podas, extracción de árboles, riego, fertilización y tratamientos
fitosanitarios.
Señalan los especialistas que el manejo de plagas y enfermedades de especies urbanas no está considerado ni desarrollado a escala local(salvo notables excepciones). A ello se suma un déficit de investigaciones y estudios recientes en esta importante esfera.
El balance comunal en las áreas fitosanitarias, de protección y cuidado es caso a caso y sus resultados en varias especies son aún inciertos.
Hoy la premura, en específico, es la vigilancia fitosanitaria y reposición urbana del “Olmo”, pero dado este “activo ambiental en jaque”, parece urgente que el Servicio Agrónomo y Ganadero (SAG) y nuestras comunas re-evalúen, apoyen e informen medidas concretas para enfrentar esta y futuras “enfermedades forestales”.
Señalan los especialistas que el manejo de plagas y enfermedades de especies urbanas no está considerado ni desarrollado a escala local(salvo notables excepciones). A ello se suma un déficit de investigaciones y estudios recientes en esta importante esfera.
El balance comunal en las áreas fitosanitarias, de protección y cuidado es caso a caso y sus resultados en varias especies son aún inciertos.
Hoy la premura, en específico, es la vigilancia fitosanitaria y reposición urbana del “Olmo”, pero dado este “activo ambiental en jaque”, parece urgente que el Servicio Agrónomo y Ganadero (SAG) y nuestras comunas re-evalúen, apoyen e informen medidas concretas para enfrentar esta y futuras “enfermedades forestales”.
Indiscutiblemente, existen avances en la preocupación por nuestro hábitat,
sin embargo, la prioridad de acciones públicas y privadas para proteger los
recursos naturales renovables como el aire, agua, suelo, flora y fauna, siguen
-como en el caso de nuestros “Olmos”- encontrándose con ciertos “agujeros
negros” en su gestión ambiental.
Dimensión altamente preocupante.
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