viernes, 5 de diciembre de 2008

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD DE LA REINA


El día sábado 6 de diciembre de 2008 asume un nuevo Concejo Municipal, cuya composición y mirada sobre La Reina evidencian un cambio. Como todo proceso electoral, esta elección no estuvo exenta de polémicas, tensiones, luces y sombras, sueños y esperanzas. Sin embargo, su resultado es esencialmente soberano, ya que democrática e institucionalmente la comunidad ha elegido a quienes los representaran hasta el año 2012.

Luego de las elecciones municipales de octubre pasado miles de reininos y reininas optaron libremente por un camino y opciones sobre los destinos de esta comuna del cono nor–oriente de Santiago. Expreso mi sentido agradecimiento a quienes, con sus múltiples miradas, conversaciones, y compromiso local, permitieron que nuestra propuesta y agenda, una vez más, obtuviera un respaldo soberano. Agradecemos con serenidad y convicción ese apoyo y comprensión expresado en la idea común de Comuna Verde, Residencial y Segura.

La responsabilidad de ocupar el cuarto escaño y primero de la Concertación de Partidos Por la Democracia (CPPD), nos lleva a ponderar y debatir mirando desde la ciudadanía el futuro de la sociedad, el cambio climático, los problemas ambientales y energéticos. Desafíos globales claves de nuestra opción por el gobierno, la gobernanza y la gestión metropolitana.

Claramente, el cambio drástico que sufre nuestra ciudad, la transformación de la organización, funcionamiento y morfología del Área Metropolitana de Santiago, ha generado impactos en nuestra comuna, y por cierto, nuestra obsesión por comprender nuestro hábitat y sus transformaciones nos llevan muchas veces a quemar energía y abrir nuevas interrogantes en el trozo de historia que cruzara el Bicentenario en La Reina.

En la reciente campaña municipal señalamos que la comuna de La Reina se encuentra en una encrucijada. La nueva trama urbana, la mayor densificación vía DFL 2, la contaminación ambiental, los accesos viales principales y vías de alta circulación, han intensificado el cambio del paisaje urbano, que presagian una serie de tensiones y conflictos vecinales de distintas magnitudes y alcances institucionales y legales. Y las respuestas ante estos desafíos, aún son insuficientes.


NUESTRA COMUNA NECESITA URGENTEMENTE DEFINIR UN PROYECTO DE VIDA AL 2010 CONSENSUARLO Y DEFENDERLO.


Una de las claves para analizar esta realidad es el Plan Regulador Comunal (PRC) promulgado con fecha 22 de Noviembre de 2001. Este instrumento normativo, zonificó el territorio comunal definiendo la superficie de la comuna como zonas interiores de barrios tranquilos y baja densidad, con corredores verdes y abundante arbolado urbano. La “imagen objetivo” se construyó sobre su identidad y sello residencial.

Este instrumento consideró además, polos y ejes de desarrollo, denominados “Puertas”, con edificación en altura libre en la periferia comunal, cuyo objetivo era concentrar las altas densidades y los equipamientos de nivel intercomunal; los “Polos” y “Corredores”, con densidad y altura media, en lugares específicos y al interior de la Comuna, donde se permiten edificios de mediana altura y equipamientos a escala.
Sin embargo, esta realidad se ha visto tensionada por una serie de factores de distintas dimensiones institucionales y vinculadas a las nuevas dinámicas territoriales: subcentros residenciales y comerciales, crecimiento del parque automotriz y congestión vehicular explosiva, mercado del suelo y el propio desarrollo inmobiliario, sumado a lo anterior, la ausencia de una regulación específica para el AMS.

En este panorama una serie de conflictos entre la ciudadanía y las autoridades han puesto en evidencia que el actual PRC requiere un análisis sereno, a la vez que, precisar y consensuar algunas modificaciones. Lo anterior ha significado que al no debatir y enfrentar desde la mirada a escala local los factores ambientales en juego, la propia planificación urbana y territorial, y la institucionalidad que opera en la ciudad, algunos conflictos necesitaron el pronunciamiento de otros órganos del Estado.

El caso más emblemático es el Mall Las Brujas en donde, la Contraloría General de La República indicó que los estudios viales y ambientales eran requisitos y condiciones básicas para la recepción de obras finales. Punto de vista expuesto permanentemente en Concejo Municipal y la comunidad, no comprendido inicialmente por algunos integrantes del Concejo Municipal, que felizmente hoy se han sumado a estos criterios esenciales en la gestión del territorio y eje de la calidad de vida.

Al igual que los vecinos de Vitacura, sin estudios viales coherentes, informes ambientales y medidas de mitigaciones serias y armónicas, nos opondremos a la construcción en altura o densificación desproporcionada. Al conflicto del Mall Las Brujas, se suman dos nuevas torres de 29 pisos en el mismo eje vial, los destinos de Autopista Vespucio Oriente, la futura carga vial del nuevo Hospital Militar, el “tsunami” de nuevos condominios vía DFL2, el parque Padre Hurtado y su administración, y problemas viales que a futuro presagian tacos y cambio drástico de la forma urbana y paisaje residencial. Otros ejemplos urbanos y ambientales abundan.


LA ESCALA DE BARRIO: SELLO E IDENTIDAD VITAL

Cada zona de nuestra comuna es un área en si misma: La Reina Andina, La Reina Media, Villa La Reina, el eje Príncipe de Gales, Larrain y Francisco Bilbao, los barrios como Pepe Vila, Villa Municipal, Las Campanas, Parque La Quintrala, las comunidades y condominios, son expresión y estilos comunes, pero de problemas y soluciones específicas. Este es un gran desafío para la nueva gestión municipal.

En este panorama las obras públicas e inversiones del Gobierno de la Presidenta de la República, Sra. Michelle Bachelet, como ciclo vías, fondos para programas culturales y para enfrentar la violencia intrafamiliar –que destacan en esta etapa que se cierra- han contribuido en parte a consolidar y potenciar algunas áreas de interés comunal. El sistema de protección social a través de subsidios ha llegado a los sectores más vulnerables de la comuna, asimismo también la cobertura del plan AUGE en La Reina. Sin embargo, las inundaciones, la necesidad de mejor conectividad y acceso al transporte público, la delincuencia e inseguridad vecinal, atemorizan y preocupan a lo residentes. Necesitamos respuestas y alternativas para resolver rápidamente estas demandas.

Los problemas de gestión y financiamiento municipal deben ser enfrentados con eficiencia, transparencia y la mayor oportunidad. Es urgente enfrentar la segregación espacial y los “guethos”, mejorando por ejemplo, la calidad de los servicios de Salud, Educación y el equipamiento urbano y comunitario. Enfrentar el “feísmo” y las malas condiciones de vialidad y seguridad también son una tarea urgente que no resiste justificaciones y negligencia.

Como lo señalamos en nuestro programa, enfrentar un desarrollo urbano con protección y mantención de nuestras áreas verdes, con subcentros a escala humana, sello de barrio armónico, de baja altura y tranquilo, es una demanda vigente. Y para ello cada uno de nosotros tiene que entregar su opinión, su aporte serio y su compromiso reflexivo.

El futuro, los estándares de la calidad de vida de La Reina, dependen de nosotros.


Francisco Olea Lagos
Concejal de La Reina








POR UNA COMUNA VERDE, RESIDENCIAL Y SEGURA
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Email: oleaconcejal@mlareina.cl
Facebook: Francisco Olea Lagos

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