jueves, 13 de septiembre de 2007

Autopista Vespucio Oriente y Plan Regulador de La Reina

La definición y destino de la autopista Vespucio Oriente es parte de la trama urbana y esta tensión hoy se interconecta con las modificaciones al Plan Regulador Comunal. El uso, oportunidades de la ciudad y el territorio deben integrar estas nuevas variables. Este realidad urbana se ha puesto en tensión con la construcción de las autopistas urbanas, la zonificación y el uso intensivo del suelo mediante los planes reguladores comunales (PRC), tal como lo hace un patchwork al momento de ser tejido sobre una tela.


En la comuna de La Reina, al debate sobre la construcción de la Autopista Urbana Vespucio Oriente y su tarificación (de propiedad del MOP, parte de la conectividad de todo el àrea metropolitana de Santiago, no exclusiva de La Reina, y de gran impacto vial), se suman las ansiedades vinculadas a las nuevas propuestas de la alcaldía de modificar el Plan Regulador Comunal. Estas iniciativas generarán externalidades positivas y negativas, que es necesario identificar con precisión y mitigar en distintas escalas. Si este plan se materializa, el trazado de Américo Vespucio se transformará en un nuevo conflicto urbano con la comunidad reinina, cuyos vecinos deberán enfrentar tensiones sobre el uso de estos paños en superficie en la franja oriente. A diferencia de la comuna de Ñuñoa, el actual Plan Regulador reinito autoriza una altura máxima de cuatro pisos en toda la franja de Vespucio, y sólo la existencia de puertas en Plaza Egaña, Simón Bolívar (Cine Hoyts) y Tobalaba permite la construcción altura libre con superficies de 7 mil metros cuadrados.


La comuna de La Reina cuenta además con cerca de 18,3 metros cuadrados por habitante de áreas verdes, cifra superior al promedio regional y que le da el carácter de verde y pulmón de Santiago. Los vecinos de La Reina, cada vez más informados y exigentes, señalaron hace menos de un año que no desean la construcción en altura en nuestra comuna, proceso conocido como "la rebelión de las comunidades", y han señalado su opinión de una autopista subterránea, manteniendo así su identidad, el sello residencial, verde y de baja altura. La ùnica alternativa para que el Municipio Reinino (cuyo marco presupuesta es de unos MM$ 9.4) y las inmmobiarias contribuyan a este deficit real, es liberar el uso del suelo de toda la franja de Vespucio (cerca de 3 kms) y abrir un Tsunami Inmobialiario a la construcción en altura (altamente rentable). Vaya paradoja.


La definición y destino de la autopista Vespucio Oriente es parte de la trama urbana y esta tensión hoy se interconecta con las modificaciones al Plan Regulador Comunal. El uso, oportunidades de la ciudad y el territorio deben integrar estas nuevas variables; es decir, un diseño o plan maestro sobre el uso del territorio y la zonificación del área oriente santiaguina; la integración y la opinión de nuestros vecinos; y rol de las autopistas urbanas insertas en este proceso que involucra a toda la ciudad de Santiago. Esta tarea público-privada claramente pendiente es uno de los principales desafíos a enfrentar en los próximos meses.

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